Si bien falta mucho para las elecciones presidenciales del 2011, según los medios mayoritarios, esos que han sido afectados por la ley antimonopolios, la suerte del kirchnerismo está echada y reclaman a los gritos que aparezca el líder opositor que ponga al país en orden, lo que quiere decir, en orden a sus intereses, claro, entre los cuales está, justamente, la derogación de la ley antimonopolios para que puedan seguir siendo monopolios. Parece una preogrullada pero es así.
Sin embargo, dentro de la bolsa de gatos de la oposición al gobierno de Cristina Kirchner, no hay ningún dirigente que se perfile seriamente y hasta un cadáver político como Eduardo Duhalde, cómplice de Carlos Saúl Menem en la entrega e hipoteca del país se anima a levantar cabeza y vociferar disparates ante cada micrófono que se le pone a tiro.
Para algunos, los más gorilas, el referente debería ser el Vicepresidente:
El hecho es absolutamente inédito.
Que un Vicepresidente, a partir de los tres meses de la asunción como consecuencia de los votos aplicados a la fórmula que integraba, pase a ser un opositor despiadado de su propio gobierno es algo nunca visto en ningún país del mundo.
Y a ese señor es al que mucha gente considera confiable para regir los destinos del país. Increíble la irracionalidad y la ceguera desplegada.
Los que no son tan gorilas y amditen a regañadientes que sin los peronistas no se puede gobernar, asumen como candidato virtual al antiguo corredor de autos, lamedor de botas de Carlos Saúl Menem y terrateniente conservador y oligarca santafesino:
Del amigo Reutemann no se conocen muchos méritos y sí bastantes defectos, además de la sospecha bastante fundamenteda sobre su silencio, no es que sea parco, es que no tiene nada que decir. Los que alimentan la candidatura de Reutemann saben bien qué es lo que ofrece este hombre: privilegios para los sectores concentrados de poder, prebendas de todo tipo para los que siempre especularon y estafaron al país en sus negocios y todo aquello que el establishment financiero y corporativo necesite para seguir juntándola con pala. Por eso lo apoyan, a pesar de ser un inepto con todas las letras.
Por fuera de estas dos candidaturas, la una, supuestamente radical y la otra, supuestamente peronista, aparece un tercero en discordia que tiene más ilusiones que anclaje en la realidad, toda vez que su partidito no deja de ser un forúnculo capitalino y gorila, apañado por la clase media que no escarmienta jamás y a la que le importa un pepino otra cosa que no sea su propio ombligo. Nos referimos, claro, está, al niño rico con tristeza y pocas luces, ingeniero Mauricio Macri:
Pero el amigo Macri no para de hacer disparates, empezando por su "único" proyecto, crear una Policía para que el Rabino Bergman se sienta más seguro, a la que llenó de toda la escoria que pudo juntar y que lo tiene, actualmente, en la inédita situación de afrontar un enjuiciamiento con todas las de la ley.
Sacando a estos tres impresentables, el arco opositor se ve ampliamente reducido en cuanto a ofertas electorales. Veamos, quienes se perfilan como posibles candidatos.
Elisa Carrió:
La ex fiscal del Proceso Militar y defensora de los derechos humanos de los hijos de Ernestina Herra de Noble nunca jamás va a ser Presidente de este país y ella lo sabe, pero está cómoda en su rol intransigente y en su discurso de odio y resentimiento que los medios utilizan para llevar agua a su molino de manera permanente. Otorgarle a esta psicótica calidades de estadista es querer hacer pasar azotillo por lomo al champignon.
Felipe Solá:
Este funcionario, que estuvo al lado de Menem y de Duhalde y de Ruckauf y de todo aquel que tuviera la sartén por el mango durante algún tiempo, ha saltado de posición en posición a lo largo de su carrera, casi más que Patricia Bullrich, y nunca consiguió una base propia de sustentación, siendo permanentemente ninguneado por sus aliados de turno, para lo cual basta ver las parodias que Tinelli hacía de los spots del PRO donde se burlaban de él de manera despiadada y sistemática. Sus posibilidades presidenciables son nulas y sin embargo ahí está, como un referente opositor, esperando a ver cual colectivo lo deja bien en la próxima e inescrutable cabriola de su inexplicable carrera.
Ricardo Alfonsín:
Este dirigente, cuyo único mérito político es ser el hijo de Raúl Alfonsín y de ser parecido, es el referente que enarbolan ciertos dirigentes de la UCR, entre los que no se encuentra Nosiglia, dato más que relevante, para ponerle freno a Cobos, ya que, con bastante razón, no confían en el mendocino, experto en traicionar lo que fuera.
Hay que decir que a Raúl Alfonsín, por primera vez en su carrera, le salió mal el cálculo de su última operación política: debió haberse muerto a mediados del 2011. Parece mentira que un absoluto desconocido tenga cierta favorable medición en las encuestas con sostenes tan precarios y débiles.
Pero nuestro país es así.
Fuera de estos especímenes, el arco opositor sólo ofrece a Pino Solanas:
Este opositor, que, como bien dijo Aníbal Fernández, estaba dispuesto a ser más que menemista si le daban las Galerías Pacífico, tampoco tiene ninguna posibilidad de llegar a Presidente, por su escaso aparato político y por su edad. Out, entonces.
Y el oficialismo?
Está claro que el estilo personalista del matrimonio Kirchenr no iba a permitir el surgimiento de figuras políticas relevantes, razón por la cual, para las elecciones de 2011 no cuentan con candidatos de ninguna naturaleza.
Bajo el supuesto de que Cristina no va a presentarse a la re-elección, sólo quedan dos: Néstor Kirchner y Daniel Scioli.
Este último parece ser el que más posibilidades tiene, lo cual resulta francamente desalentador ya que es la inanidad en persona.
El asunto es que, de cara al 2011, y a lo que a todos nos toca, el panorama es sombrío.
Qué será de nosotros?
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El futuro de nuestro país
Publicado por El inquisidor en 7:58
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