Tomé, por primera vez, contacto con la música de Xenakis, en 1982.
Yo cursaba un seminario, en el Conservatorio Municipal, con el compositor y pedagogo argentino Adolfo "Fito" Reisin, recién llegado de Francia y Fito, en la segunda reunión, mencionó a Xenakis y a una de sus obras: Nuits. Por esa época ya había entendido que la música clásica (mal llamada clásica o académica) era algo mucho más amplio que el repertorio de conciertos, tanto hacia atrás de Bach como hacia adelante de Wagner. Me explico: mi gusto por la música artística, viniendo de un hogar de clase baja, anduvo subordinado a lo que pudiese investigar por mi cuenta. Colón mediante u otros conciertos gratuitos, disquerías y demás, el inmenso universo de Vivaldis, Sibelius, Tchaicowskis y Beethovenes parecía un monolito del tamaño del Aconcagua. Pero, gracias a un profesor de Audioperceptiva, quien nos hizo escuchar y "ver" varias obras de John Cage, descubrí la puertita hacia un mundo desconocido. Estaba en eso, desfogándome con Berio, Boulez, Webern, Maderna, etc, etc, cuando escucho Xenakis y decido buscarlo. Difícil - para esa época - de conseguir en su disquería amiga, el Servicio de Difusión de la Embajada Francesa me proporcionó el tan ansiado disco.
Desde esa fecha hasta la actualidad he disfrutado de la inmensa calidad de la música de Xenakis.
¿En qué consiste? No, amigos. Hagan la prueba, descubran, investiguen. Es la mejor manera de atesorar lo que logramos.
Les paso algunas obras extraordinarias, en el orden de importancia que impusieron a mi subjetividad:
Orestía (para coro, recitante e instrumentos, sobre Esquilo)
Nuits (para coro mixto de 12 voces)
Eonta (para piano, 3 trompetas y 2 trombones)
Pssapha (para 1 percusionista)
Anaktoria (para octeto mixto, maderas y cuerdas)
Plegra (para ensamble)
Syrmos (para 18 cuerdas)
Tetras (para cuarteto de cuerdas)
Yo cursaba un seminario, en el Conservatorio Municipal, con el compositor y pedagogo argentino Adolfo "Fito" Reisin, recién llegado de Francia y Fito, en la segunda reunión, mencionó a Xenakis y a una de sus obras: Nuits. Por esa época ya había entendido que la música clásica (mal llamada clásica o académica) era algo mucho más amplio que el repertorio de conciertos, tanto hacia atrás de Bach como hacia adelante de Wagner. Me explico: mi gusto por la música artística, viniendo de un hogar de clase baja, anduvo subordinado a lo que pudiese investigar por mi cuenta. Colón mediante u otros conciertos gratuitos, disquerías y demás, el inmenso universo de Vivaldis, Sibelius, Tchaicowskis y Beethovenes parecía un monolito del tamaño del Aconcagua. Pero, gracias a un profesor de Audioperceptiva, quien nos hizo escuchar y "ver" varias obras de John Cage, descubrí la puertita hacia un mundo desconocido. Estaba en eso, desfogándome con Berio, Boulez, Webern, Maderna, etc, etc, cuando escucho Xenakis y decido buscarlo. Difícil - para esa época - de conseguir en su disquería amiga, el Servicio de Difusión de la Embajada Francesa me proporcionó el tan ansiado disco.
Desde esa fecha hasta la actualidad he disfrutado de la inmensa calidad de la música de Xenakis.
¿En qué consiste? No, amigos. Hagan la prueba, descubran, investiguen. Es la mejor manera de atesorar lo que logramos.
Les paso algunas obras extraordinarias, en el orden de importancia que impusieron a mi subjetividad:
Orestía (para coro, recitante e instrumentos, sobre Esquilo)
Nuits (para coro mixto de 12 voces)
Eonta (para piano, 3 trompetas y 2 trombones)
Pssapha (para 1 percusionista)
Anaktoria (para octeto mixto, maderas y cuerdas)
Plegra (para ensamble)
Syrmos (para 18 cuerdas)
Tetras (para cuarteto de cuerdas)
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